El avión que trae de vuelta a Honduras al Presidente derrocado por un golpe de Estado, Manuel Zelaya, aterrizó este sábado en el aeropuerto de Toncontín, en Tegucigalpa, proveniente de Nicaragua. Miles de personas rodearon el terminal esperando ver salir al ex mandatario que fue derrocado el 28 de junio de 2009 por un golpe militar.
La nave aterrizó a las 14:30h locales en la pista en medio de un dispositivo de seguridad para evitar alteraciones de orden público.
Zelaya regresó a Honduras tras casi dos años de exilio, acompañado de una delegación internacional conformada por diversos representantes de Derechos Humanos, cancilleres y dirigentes de importantes partidos de América Latina y de Europa.
La ex canciller Patricia Rodas, el ex ministro de la Presidencia Enrique Flores, el ex alcalde de San Pedro Sula Rodolfo Padilla, y el sacerdote Andrés Tamayo, de origen salvadoreño, son algunos de los acompañantes hondureños de Zelaya. También viajan con él el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, y el de Bolivia, David Choquehuanca, entre otras personalidades.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, le espera en la sede del Ejecutivo hondureño, en compañía del presidente, Porfirio Lobo, quienes recibirán a Zelaya formalmente y luego compartirán un almuerzo.
En el acto también participarán la canciller colombiana, María Ángela Holguín y el canciller venezolano Nicolás Maduro, en representación de ambas naciones, que fueron garantes del acuerdo reconciliatorio y de un plan simultáneo para reintegrar a Honduras a la OEA, de donde fue expulsada tras el golpe de Estado.
Se tenía previso que el líder político realizara una caravana por la ciudad de Tegucigalpa, pero fue suspendida para este domingo.
En el trayecto visitará a los maestros que se encuentran en huelga de hambre desde principios de mayo en reclamo por reivindicaciones laborales.
Termina el exilio
Tras el golpe de 2009, Zelaya pasó una semana viajando entre Managua (Nicaragua), Nueva York (Estados Unidos), Ciudad de Panamá (Panamá), San Salvador (El Salvador) y Washington (capital estadounidense), hasta que intentó su primer retorno fallido a la capital hondureña el 5 de julio de 2009.
En agosto de ese año, el ex mandatario apareció sorpresivamente en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, que durante cuatro meses se convirtió en su hogar, sin que el gobierno de facto le permitiera retomar el poder.
Posteriormente, Zelaya y su familia aceptaron una oferta de refugio en República Dominicana, a donde viajaron el 27 de enero de 2010 tras recibir un salvoconducto de presidente Porfirio Lobo, quien había ganado las elecciones del 28 de noviembre anterior.
Los presidentes Juan Manuel Santos, de Colombia y Hugo Chávez de Venezuela unieron esfuerzos el pasado abril para mediar en el conflicto hondureño, en pro de alcanzar la reconciliación y la paz en Honduras.
A principios de mayo, la justicia hondureña desestimó los cargos de corrupción contra el ex presidente, que fueron impuestos por la dictadura de Roberto Michelletti; lo que allanó el camino para el retorno de Zelaya con plenos derechos políticos y sin persecusión judicial.
Manuel Zelaya confirmó durante su participación en el XVII Foro de Sao Paulo, a mediados de mayo, que retornaría a su país para promover la realización de una Asamblea Nacional Constituyente en favor de la democracia hondureña.
Zelaya y Lobo firmaron la semana pasada, en Cartagena, Colombia el Acuerdo para la Reconciliación Nacional y la Consolidación del Sistema Democrático de la República de Honduras, como paso previo al retorno del ex presidente y a la reincorporación del país centroamericano a la OEA.
Antes de abandonar República Dominicana, en la víspera, la familia Zelaya agradeció al presidente dominicano Leonel Fernández por la “valiente” decisión de acogerlo en su país; a lo que Fernández repondió que fue “un honor”.
Telesur