Michel Martelly juró este sábado como nuevo presidente de Haití, pese a un apagón que dejó a oscuras el edificio donde funciona provisionalmente el Parlamento en la capital haitiana, Puerto Príncipe.
La ceremonia de asunción costó al Estado del país más pobre de América unos 2 millones de dólares. René Preval le entregó la banda presidencial al presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), maestro de ceremonias, quien a su vez se la dio a Martelly, vencedor en la segunda ronda de las elecciones presidenciales, el 20 de marzo.
Asistieron al acto decenas de figuras y dignatarios, entre ellos el expresidente estadounidense Bill Clinton; el enviado especial de la ONU para Haití, Edmond Mulet; el presidente de Surinam, Desi Bouterse, y el dictador Jean Claude «Baby Doc» Duvalier.
El fallo eléctrico cortó la luz en la estructura prefabricada utilizada para el traspaso de poderes en el momento en que el presidente del Parlamento, Rodolphe Joazile, se disponía a imponer al flamante mandatario la cinta con los colores de la bandera.
Tras la investidura, el cantante de música popular de 50 años se convirtió en el 56 dignatario haitiano y el cuarto de ellos en ser elegido democráticamente en los últimos 60 años.
La enviada especial de teleSUR a Puerto Príncipe, Madelein García, explicó que los seguidores de Martelly salieron a las calles para brindar su apoyo al nuevo gobernante y que también se han visto pequeños grupos que protestan.
«Se han encontrado algunos focos de disturbios pero nada que sobrepase lo normal, las fuertes medidas de seguridad y el gran despliegue que se encuentra en todo Puerto Príncipe», recalcó la corresponsal.
Sin un programa de gobierno aún conocido, Martelly prometió esta mañana frente al Congreso reunido en sesión extraordinaria reconstruir la capital devastada por un terremoto, desarrollar la agricultura y erigir un ejército moderno, así como respetar los derechos del pueblo, de los trabajadores y de la gran patria.