El Estado guatemalteco acordó reparar a los descendientes de Juan Jacobo Arbenz por la confiscación de bienes que sufrió el entonces presidente al ser derrocado en 1954 por un gobierno de facto apoyado por Estados Unidos, reporta AP.
El acuerdo de solución amistosa, que puso fin a una disputa de casi 60 años, fue firmado la víspera en Washington por la presidenta de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos (COPREDEH), Ruth del Valle, en representación del Estado, y por el nieto del ex presidente, Erick Arbenz.
El convenio incluye una compensación económica cuyo monto no se especificó y otras formas de reparación, tales como la realización de un acto público de reconocimiento de responsabilidad del Estado y el envío de una carta del Estado a los familiares pidiendo perdón, informó la CIDH en un comunicado de prensa.
El actual mandatario Alvaro Colom es el primer gobernante izquierdista en Guatemala desde que Arbenz fuera derrocado con un golpe de estado orquestado por la CIA, lo que desencadenó 40 años de gran inestabilidad que incluyeron una guerra civil de 36 años de duración.
Juntas militares gobernaron Guatemala hasta la firma de los acuerdos de paz en 1996, con el apoyo de Estados Unidos.
El presidente derrocado murió en el exilio el 27 de enero de 1971.
Sus familiares presentaron en 1999 una denuncia ante la CIDH, que la admitió en marzo del 2006. Siete meses después, las partes acordaron iniciar esfuerzos para llegar a una eventual solución amistosa.
Según la CIDH, que no suministró el documento, el Estado reconoció su responsabilidad por el “incumplimiento de su obligación de garantizar, respetar y proteger los derechos humanos de las víctimas a las garantías judiciales, a la propiedad privada, a la igualdad ante la ley y a la protección judicial, protegidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y vulnerados en contra del ex Presidente Juan Jacobo Arbenz Guzmán, su esposa María Cristina Vilanova y sus hijos Juan Jacobo, María Leonora y Arabella, todos de apellidos Arbenz Vilanova.”
Rick Wilson, director de la clínica legal de derechos humanos internacionales cuyos estudiantes representaron a los Arbenz durante los últimos cinco años, dijo a AP que “la familia está muy complacida de tener el nombre y el honor de Jacobo Arbenz restaurado en su lugar correcto en la historia de Guatemala”.
El convenios entre Estado y familia también establece la designación de una sala del Museo Nacional de Historia y de la carretera al Atlántico con el nombre del ex mandatario, la revisión de programa de estudios nacional, el establecimiento de un diplomado en Derechos Humanos, la recuperación del acervo fotográfico de la familia Arbenz Guzmán, la publicación de un libro de fotos, la reedición del libro “Mi Esposo el Presidente Arbenz”, la elaboración y publicación de una biografía del ex presidente y la emisión de sellos postales en su homenaje.