El Gobierno de Estados Unidos defendió este lunes la actuación del Ejército israelí contra las manifestaciones palestinas con motivo de los 63 años de la catástrofe o del Nakba, que dejaron al menos 23 personas muertas.
La Casa Blanca dijo que Israel “tiene derecho a impedir” cruces no autorizados en sus fronteras e instó a la población palestina a la “moderación máxima”.
“Israel, como el resto de los países, tiene derecho a impedir cruces no autorizados en sus fronteras.
Sus vecinos tienen la responsabilidad de prevenir estas acciones (…) Instamos a las partes a la moderación máxima”, dijo el portavoz de la Casa Blanca (sede del Gobierno estadounidense), Jay Carney.
Agregó que Washington “lamenta la pérdida de vidas” y aseguró que “nuestros pensamientos estás con las familias y seres queridos” de las víctimas del accionar del Ejército de Israel, que disparó contra cientos de manifestantes que marchaban en varios puntos fronterizos.
El Gobierno de EEUU acusó a Siria de “alimentar” las protestas palestinas para “distraer” la atención frente a la “represión” contra los manifestantes opositores al Gobierno de Bashar al Assad.
“Nos parece evidente que se trata de una tentativa de distraer la atención frente a las legítimas protestas del pueblo sirio y a la represión violenta ejercida por el Gobierno sirio contra su propio pueblo”, dijo Carney.
Soldados israelíes reprimieron este domingo a manifestantes palestinos en las fronteras de Siria, Líbano, Gaza y en Altos del Golán, territorio ocupado también por Israel desde 1967, con un saldo de 23 muertos y decenas de heridos.
Diez muertos en la frontera de Israel con Siria, 10 en la frontera con Líbano, dos en el Golán, uno en Gaza y decenas de heridos fueron los saldos dejados por las represiones israelíes.
En un breve discurso televisado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que ordenó a los militares actuar con “la máxima moderación, pero que nadie se equivoque. Estamos resueltos a defender nuestras fronteras y soberanía”.
Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, afirmó también en un discurso televisado que la sangre de los palestinos muertos este domingo “no ha sido en balde”.
Su sangre ha sido derramada por la libertad del pueblo palestino y por sus derechos”, expresó.
Afirmó que la elevada participación de manifestantes en el día del Nakba es la prueba de que “el deseo de la gente es mayor que el poder de las fuerzas ocupantes”.
Este lunes, Israel mantuvo a sus fuerzas de seguridad en pie de guerra en las fronteras de Líbano y Siria.
La lucha del pueblo palestino por la recuperación de su territorio se remonta al siglo pasado.
La invadida Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania, que suman en total seis mil 200 kilómetros cuadrados, de los cerca de 15 mil que inicialmente pertenecían a los palestinos, fueron los únicos territorios que le quedaron a este pueblo luego de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidiera en el año 1948 partir el territorio para otorgarle una parte a Israel.
En junio de 1967, durante la Guerra de los Seis Días, Israel invadió Jerusalén Este, que había sido asignada a Palestina. Este territorio aún se mantiene ocupado con una persistente y profunda crisis humanitaria debido a las agresiones de Tel Aviv.
Es mundialmente conocida, y hasta criticada por Estados Unidos (EE.UU.), aliado incondicional de Israel, la construcción de miles asentamientos judíos en Jerusalén Este, para lo cual tropas y autoridades civiles israelíes han desalojado a los palestinos residentes por la fuerza.
Pese a que Naciones Unidas estableció en 1948 una resolución que daba el derecho a los desplazados palestinos para que retornaran a sus hogares, Israel siempre se ha negado a cumplir con este mandato.
AFP / Telesur