Prensa MPRE / PL – El Embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos, Roy Chaderton Matos, asegura que el fallo del Tribunal Internacional de Justicia sobre el conflicto entre Nicaragua y Costa Rica, contrasta con la manera desordenada y caótica con la que el Consejo Permanente de la OEA manejó este asunto el año pasado, cuando las partes acudieron al organismo en búsqueda de una salida satisfactoria.
En una declaración enviada desde los EE.UU, el diplomático venezolano resalta que las naciones centroamericanas se vieron en la necesidad de llevar el planteamiento a otras instancias, ya que en la OEA fue recibido con inclinaciones intervencionistas y desestimación de una de las partes.
Ante esta situación Chaderton reitera que las acciones del Secretario de la OEA, José Miguel Insulza, quien favorece un clima de intromisión intervencionismo, conducen a la deslegitimación del organismo.
Finalmente atribuye la salida al conflicto entre estos países al diálogo directo, y a la disposición de superar las diferencias bilaterales, situación que abre vías para la solución definitiva.
El diferendo bilateral data de siglos, sin embargo en octubre de 2010 Costa Rica acusó a su vecino de supuestas violaciones a su territorio y de causar daños al entorno con el dragado del río San Juan.
Estas acusaciones fueron rechazadas por el gobierno de Nicaragua, por lo que acudieron ante la Organización de Estados Americanos para la resolución del diferendo.
Declaración del Embajador Roy Chaderton Matos
Washington D.C.- 9 de marzo de 2011.- Los venezolanos compartimos con los Gobiernos y pueblos hermanos de Costa Rica y Nicaragua las reacciones positivas generadas por la decisión de la Corte Internacional de Justicia de fecha de ayer en relación con su controversia.
Aunque mi país le atribuye un valor sobresaliente al diálogo directo entre las partes para la superación pacífica de los conflictos o diferencias bilaterales, reconocemos con complacencia que el fallo, originado en un espacio institucional aceptable a ambas partes y que abre vías hacia una solución concluyente, se apoya sobre el compromiso de Nicaragua y Costa Rica de acogerse al resultado definitivo que ocurrirá oportunamente.
Ello contrasta con la manera desordenada y caótica como el Consejo Permanente de la OEA manejó este asunto el año pasado, con inclinaciones intervencionistas y evidente desestimación de una de las partes, lo cual habría provocado todavía mayores consecuencias si no se hubiera elevado el tema a una Instancia confiable.
Además, enfocados hacia el futuro, cabe alertar a la Comunidad Interamericana sobre la recurrente, contradictoria y errática conducta del Señor Secretario General de la OEA, quien, teledirigido, favorece un ambiente de intromisión en los problemas entre países hermanos o de intervencionismo en sus asuntos internos, situación que conduce inevitablemente a la descomposición progresiva de la Organización.