Roger Noriega, el ex Subsecretario de Estado norteamericano quién recibía en el 2003, en el propio Departamento de Estado, a varios patrocinadores de las actividades terroristas de Luis Posada Carriles y arregló una entrevista con el entonces presidente George W. Bush para el jefe de Alpha 66, acusa en el Washington Post al presidente venezolano Hugo Chávez de dirigir “una red de terror” en América Latina.
En su edición del domingo, 20 de marzo, el diario más influyente de la capital estadounidense publica un articulo titulado “¿Existe una red de terror de Chávez a las puertas de Estados Unidos?” en el cual el ex alto funcionario de origen cubano, identificado a los circulos más violentos de la mafia cubanoamericana de Miami, llama al presidente Barack Obama a vigilar una supuesta conspiración entre Venezuela et Irán.
Escribe textualmente Noriega que el mandatario debe “centrar la atención en la región y dentro de su administración en el hecho de que Irán y Venezuela están conspirando para sembrar la marca del terrorismo de Teherán en el Hemisferio Occidental”.
Roger Noriega, el autor de tal prosa venenosa sobre el tema del terrorismo, es quién manejo en la Casa Blanca de Bush hijo, el expediente del terrorista internacional Luis Posada Carriles, este mismo que es ahora objeto de un juicio/farsa el El Paso, Texas, con cargos de perjurio. Noriega fue precisamente quién obstaculizó toda acusación de terrorismo cuando Estados Unidos tenía que presentar, para cumplir con los convenios internacionales ratificados, acusaciones de terrorismo contra el terrorista más famoso del continente.
PADRINO DE POSADA, DESDE EL INTENTO DE MAGNICIDIO DE PANAMÁ
Noriega, cuando Posada llega en territorio estadounidense en 2005, fue quién engaño la prensa sobre su presencia en el país, e intento diluir la importancia de la llegada del delincuente que sirvió diligentemente durante cuarenta años los intereses de la nación y de sus órganos de inteligencia.
Con el cinismo que lo caracteriza, al reconocer poco después que su protegido estaba en Miami, comentó fríamente que EE.UU. “no dará asilo a ningún terrorista”, y que el caso de Luis Posada Carriles se analizará de manera “privada, seria y transparente”.
En el 2003, Noriega se encargaba ya del caso de Posada y de sus cómplices, presos por terrorismo en Panamá después del intento de magnicidio contra Fidel Castro en el 2000, cuando el capo terrorista financiado desde Miami planificó la destrucción, con explosivos C4, del anfiteatro de la capital panameña donde el líder cubano iba a dirigirse a miles de estudiantes.
Posada fue entonces objeto en la Florida de una intensa campaña para su liberación tanto en los medios de comunicaciones como en su red de contactos políticos tales como la actual jefa de Relaciones Exteriores en la Camara de Representantes, la ultraderechista Ileana Ros-Lehtinen, elegida gracias a una campaña a favor del terrorista Orlando Bosch.
En el marco de esta campaña, el 2 de mayo del 2003, Roger Noriega recibió en los salones del propio Departamento de Estado, sin escrúpulo ninguno, a Roberto Martín Pérez, Feliciano Foyo y Horacio García, todos ex directores de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) que Posada ha designado publicamente no solo como los patrocinadores sino como los “financieros” de sus actividades criminales.
El 20 de este mismo mes, Noriega organizó un encuentro con George W. Bush, con once miembros de la extrema derecha cubanoamericana del Sur de la Florida, entre los cuales se encontraba nada menos que Ernesto Díaz Rodríguez, Jefe del grupo terrorista Alpha 66.
ALINEADO CON LA ONDA RACISTA ANTI-ARABE DE PETER KING
En su articulo del Washington Post, Roger Noriega, utilizando la calumnia, la difamación y la mentira con la maestría algo torpe de su socio Otto Reich, conforma un complot donde se inventa reuniones secretas en “el complejo de Fuerte Tiuna”, en Caracas, donde sitúa de protagonistas a “altos dirigentes” tanto de Hamas, Hezbolá (que escribe por ignorancia crasa con o sin la ‘h’ final) y de la Yihad Islámica Palestina, esta última con su “Secretario General Ramadan Abdullah Mohammad Shallah” que “está en la lista del FBI de los terroristas más buscados”.
El “líder supremo” de Hamas Khaled Meshal, y el “jefe de operaciones” de Hezbollah, “cuya identidad es un secreto muy bien guardado” reciben también un papel en su dudoso guión de película de Hollywood, categoría Ronald Reagan.
En la onda anti-arabe que sopla sobre Washington con la actual campaña racista contra los musulmanes que ha desencadenado hace unos días Peter King, el presidente del comité de Seguridad de la Patria de la Cámara de Representantes, Noriega llega hasta atacar al ministro del Interior de Venezuela, Tareck El Aissami, por ser “de origen sirio”. Noriega sigue con un “complot de Al Qaeda· para atacar la embajada norteamericana de Caracas, que por eso “se encontraba cerrada el 31 de enero”.
El ex alto funcionario seleccionado por George W. Bush por su habilidad a engañar y mentir, ya se ha olvidado de como invitó, el viernes 10 de octubre del 2003, a Luis Zúñiga Rey, ex jefe de la sección paramilitar de la Fundación Nacional Cubano Americana – que financió la campaña terrorista de Posada contra Cuba de 1997 – en un cóctel del Jardín de la Rosa (el Rose Garden) de la Casa Blanca donde intercambió con el presidente acerca del caso de Posada.
Posada fue indultado unos meses más tarde por la Moscoso, presidenta mafiosa de Panamá, después de intervenciones personales del jefe de Noriega, Colin Powell, y del representante Lincoln Díaz-Balart.
Roger Noriea fue el organizador principal, con Ileana Ros-Lehtinene y Otto Reich, en noviembre pasado, de una Cumbre fascista en pleno capitolio de Washington donde se reunieron decenas de golpistas, terroristas y conspiradores de todo tipo con el propósito de conspirar y de denigrar a los países progresistas de América.
“Los legisladores republicanos fueron en definitiva los anfitriones de cuanta rata hay en el continente”, comentó el conocido sitio web venezolano.Aporrea al resumir el evento propiamente neo-fascista.
Los ataques de Noriega apadrinados por el Washington Post corresponden a la campaña que desarrollan en el Capitolio Ileana Ros-Lehtinen y su encargado de América Latina, Connie Mack, para que Venezuela sea inscrito en la famosa lista de “patrocinadores del terrorismo” protagonizada por Estados Unidos y en la cual este país que proporciona en Miami un santuario a decenas de terroristas, tendría que ocupar el primer lugar.
Noriega tiene una larga serie de precedentes antivenezolanos: es significante que ya el día 4 junio del 2005 se reunía en privado durante “mas de dos horas” con la activista Patricia Andrade, ex empleada de la OEA reclutada por la CIA, para hablar de los “derechos humanos” en Venezuela y reclamar “el desmantelamiento” de los Círculos Bolivarianos en los Estados Unidos, por considerarlos “organizaciones sociales que hacen peligrar la tranquilidad ciudadana de este país.”
Andrade no niega su vinculación con Nelis Rojas, cómplice en Venezuela donde residió, de un fracasado plan de atentado concebido por Luis Posada Carriles contra el Presidente cubano en el momento de la 7ª Cumbre Iberoamericana de Isla Margarita, en 1997.
Patricia Andrade Patricia Andrade es hoy vocero en Miami del líder fascista venezolano Alejandro Peña Esclusa, arrestado con 900 gramos de explosivos C4 en su domicilio de Caracas después de ser denunciado por el terrorista salvadoreño Francisco Chávez Abarca.
EL GRAN NEGOCIO DEL LOBBY CON LA ULTRADERECHA
Roger Noriega, según sus propias notas biográficas, fue embajador ante la Organización de Estados Americanos de 2001 a 2003 y secretario adjunto de Estado de 2003 a 2005.
Es ahora consultor, como buen funcionario retirado que metaliza sus contactos en la industria del lobby y de la corrupción, con su propia firma, Vision Americas LLC en la cual está asociado con otra “estrella” del “anticastrismo” el ex directivo de la FNCA José R. Cárdenas, alias “Pepe”.
Cardenas fue jefe de la USAID para América Latina y repartía hasta finales de 2008 el dinero de esta agencia en Honduras a grupos anti-Zelaya.
Ayúdame y te ayudaré: Vision Americas LLC fue luego contratado por el dictador Roberto Micheletti y su pandilla golpista bajo la cobertura de la Asociacion Hondureña de Maquiladores “para apoyar los esfuerzos del sector privado hondureño al fin de consolidar la transición democrática” en el país centroamericano.
El propio Noriega se encargo del contrato y así fue como ya, poco después del golpe, los congresistas republicanos Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart y Mike Pence, y otros miembros de la extrema derecha del Congreso negaron públicamente que en Honduras haya ocurrido un golpe militar y organizaron la visita a Estados Unidos de unos personajes identificados al régimen ilegal de Tegucigalpa.
No hay duda que el articulo del Post constituye a la vez la contribución de Noriega a las maniobras “antichavistas” del clan Bush y una autopromoción para su negocio de trafico de influencia.
Como si fuera casualidad, en el contexto de la agresión contra Libia, el Nuevo Herald de Miami, le sigue el paso a Noriega, al publicar un largo articulo sobre el Presidente Hugo Chávez que, según el autor, “se arma hasta los dientes”. Un análisis que suena algo rar en el diario asociado a la mafia cubanoamericana que aplaude a las agresiones imperiales en cada oportunidad y en el país que más armas tiene, más guerras desencadena y más inocentes mata, en todo el planeta.