El Ejército y el servicio de seguridad interior (Shin Bet) de Israel reivindicaron su responsabilidad en una explosión ocurrida en Gaza y en la cual murió un comandante de la resistencia islamista, indicaron hoy fuentes palestinas.
De acuerdo con un comunicado difundido aquí, la supuesta explosión accidental de un moderno vehículo cerca de una estación de policías del movimiento islamista Hamas en Ciudad de Gaza se trató de un ataque premeditado a partir de acciones encubiertas de inteligencia.
El miércoles medios noticiosos en este enclave costero reportaron la deflagración, aparentemente accidental, de un carro con saldo de un muerto y tres heridos, quienes a la postre resultaron ser miembros de la milicia denominada Ejército del Islam, que Tel Aviv vincula con Al-Qaeda.
La única víctima mortal por la agresión fue identificada como Muhammad Jamal al-Namnam, comandante de la resistencia islamista, quien al momento del ataque viajaba en un automóvil comprado recientemente.
Si bien Hamas, que controla el enclave desde 2007, aseguró que el comandante del Ejército del Islam pereció por un ataque de la aviación israelí, testigos dijeron que la explosión ocurrió dentro del auto.
Israel atribuía a Al-Namnam la autoría de varias acciones armadas contra sus ciudadanos y objetivos estadounidenses a través de la Península del Sinaí.
Una fuente de una de las organizaciones palestinas en Gaza aseguró que el carro comprado por el ahora fallecido formó parte de un lote de autos que el gobierno sionista autorizó hace poco a ingresar a esta bloqueada franja, presuntamente "pinchados" con sistemas de escucha.
Según el sitio digital hebreo Ynet, el Ministerio del Interior del gobierno de Hamas había aconsejado a los palestinos que adquirieron esos autos nuevos revisarlos minuciosamente "por temor a que Israel haya colocado en ellos sistemas de escucha o incluso bombas trampas".