“….había que destruir el gobierno primero para después adecentar al país, y hacerlo progresar como es debido; hacer la Reforma Agraria, pero no es sólo dar la tierra a los campesinos, es algo más que eso, es darles la tierra y hacerla producir..”
Esta mañana, el 15 de agosto de 2010, en Honduras, la zona de Zacate Grande (Península de Fonseca) se despertó con vientos de guerra: el terrateniente Miguel Facussé, usurpador de millares de hectáreas de tierra que les robó a los verdaderos propietarios que viven en este territorio desde centenares de años atrás, decidió actuar la amenazada guerra entre pobres.
Desde el momento que se siente dueño del país, tiene decidido regalar derechos de propiedad que no poseyó nunca, por la construcción de un colegio en la localidad de Puerto Grande: qué acto noble, que sensibilidad... Pero hay un pequeño detalle que tenemos que subrayar.
La tierra (que no es suya y que está regalando) está ocupada por la cooperativa ADEPZA, el movimiento de recuperación de la tierra, desde hace 10 años; que está reclamando su derecho legítimo de poder cultivarla y vivir honestamente del trabajo agrícola.
Pues, siempre siguiendo la política de sembrar el conflicto, se supone que Facussé prometió a sus dependientes regalarle la tierra de ADEPZA, dándoles la orden de entrar en forma violenta en el territorio ocupado para hacer las medidas.
Así, los hombres de Facussé se presentaron armados para amenazar a los campesinos que ocupan la zona de Puerto Grande: la situación estuvo muy tensa, los hombres de ADEPZA reaccionaron pacíficamente, pero no pueden aceptar un desalojo.
Después de algunas negociaciones, los trabajadores de Facussé abandonaron la zona, pero prometieron volver el miércoles próximo.
Denunciamos a la comunidad internacional esta horrible guerra psicológica, directa cínicamente por Miguel Facusseé, por su sed enferma de poder.
El dueño de Honduras está tratando de provocar un choque sanguinario entre la misma población de la zona, para poder luego apoderarse de todo, cuando la guerra entre pobres haya diezmado los contendientes, dividiéndolos entre la cárcel y la morgue.
Hacemos un llamado urgente para que los organismos internacionales continúen monitoreando la situación, con el objetivo de mantener una lucha pacífica por la reivindicación de la tierra a sus legítimos propietarios.