El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU, el almirante Mike Mullen, ha acusado a los activistas de WikiLeaks de tener las manos manchadas de sangre.
Sin duda es una buena metáfora para explicar a la opinión pública las consecuencias de “ver” cada día 1.000 documentos en los que se detalla, por ejemplo, como se hacían volar por los aires escuelas con los niños dentro, el fin justifica los medios y el fin era ejecutar a un presunto terrorista de Al Qaeda, que no estaba allí.
Mancharse las manos de sangre es consustancial a toda guerra, como se las manchó The Guardian cuando acompañó hace escasos días a las tropas a la primera línea de frente.
Respaldando las acusaciones del Jefe del Estado Mayor se encontraba
el Secretario de Defensa, Robert Gates, que
responsabilizó a WikiLeaks de “las consecuencias que la publicación de
estos documentos tendrá en el campo de batalla”. Ante tanta “sangre”, Julian
Assange no ha tardado en responder:
Hay sangre real en Afganistán, y ha llegado como resultado de las políticas del Sr. Gates, el gobierno de Obama y el conflicto general en la región.
Gates parecía retarle al instante cuando anunció, unos minutos
después, que había solicitado ayuda al FBI
para impulsar una investigación criminal agresiva.
También adelantó a los medios que se restringirá el acceso sobre el
terreno a informaciones sensibles.
El Secretario de Defensa de Obama destacó que su mayor preocupación era que los afganos y otros aliados pierdan la confianza en Estados Unidos por no saber mantener sus secretos a salvo.
El Secretario de Defensa de Obama destacó que su mayor preocupación era que los afganos y otros aliados pierdan la confianza en Estados Unidos por no saber mantener sus secretos a salvo.
Assange “fue a por él” en la CNN
y le acusó de “estar detrás de las muertes de miles de niños y adultos”
en Afganistán e Irak. Gates, dijo Assange, “podría haber usado este
tiempo, como han hecho otros países, para anunciar la apertura de una
investigación sobre las muertes que se denuncian en los informes
publicados”.
Podría haber anunciado una comisión para escuchar las opiniones contrarias de los soldados estadounidenses, que viven esta guerra sobre el terreno. Podría haberse disculpado al pueblo afgano. Pero no ha hecho nada de eso… ha decidido tratar estos asuntos y a los países afectados con desprecio.
Aquí Julian Assange tiene razón en parte, pues si bien es verdad que
algunos gobiernos como el británico o el alemán han dado tímidas
muestras de su disposición a “estudiar” la documentación, otros, es el
caso del gobierno español, no han abierto la boca. Algo
que ha recordado el ex diputado de Izquierda Unida, Antonio
Romero en una carta
abierta al presidente Zapatero y publicada en su blog:
Señor Presidente,
La organización Wikileaks ha publicado en
Internet 90.000 documentos de EEUU
comprendiendo el periodo 2004-2010.
Periódicos muy influyentes se han hecho eco
de la documentación clasificada.
Los horrores de la guerra y las
mentiras oficiales han quedado al descubierto:
-
Las matanzas de civiles.
-La existencia de una unidad del ejército de EEUU
encargada de secuestrar y asesinar sin juicio a líderes talibanes.
-La colaboración de los servicios secretos pakistanies con las fuerzas
talibanes.
-
La planificación de asesinato de jefes tribales.
-La utilización de diferentes tipos de armamentos, algunos prohibidos.
-El uso de aviones no tripulados causando numerosas bajas civiles.
-Han muerto 1.074 civiles en el primer semestre de este año, un 1,3% más
que en el mismo periodo del año pasado.
-La OTAN mató hace solo cuatro días a 52
civiles en el sur del país, mayoritariamente mujeres y niños que se
habían refugiado en una edificación de adobe huyendo de los combates.
Señor Zapatero, ¿conocía usted estas
prácticas criminales? ¿le informaban a usted como aliado?
¿ha pedido
usted explicaciones a la OTAN y a EEUU por los hechos graves que se contienen en los
documentos publicados? ¿qué hace usted cuando la OTAN
de la que España forma parte comete un crimen matando mujeres y niños?
¿mira usted para otro lado?
¿Como es posible que usted y la pacifista
señora Chacón oculten información a la opinión pública sobre las
realidades de una guerra de ocupación como la de Afganistán?
Es una
burla y una traición a los ciudadanos.
Decía A.M.Rossenthal, del New York Times,
que cuando algo importante está sucediendo, guardar silencio es mentir.
El fundador de Wikileaks ha manifestado que el papel del periodismo es denunciar los abusos del poder, al tiempo que considera las matanzas de civiles un crimen de guerra.
Señor Zapatero, Obama ha continuado en lo
esencial con la estrategia de Bush, y España continúa haciendole el
trabajo sucio al Imperio.
El fundador de Wikileaks ha manifestado que el papel del periodismo es denunciar los abusos del poder, al tiempo que considera las matanzas de civiles un crimen de guerra.
Ochenta españoles han muerto en Afganistán
apoyando a un gobierno de narcos, ladrones y señores de la guerra.
Nuestras fuerzas armadas están en Afganistán incumpliendo el referéndum
de la OTAN, inmersos en un inmenso GAL que hace la guerra sucia contra el terrorismo.
IU le exige, señor Zapatero, que retire
inmediatamente las tropas de Afganistán. Los documentos clasificados le
convierten a usted en cómplice de crímenes de guerra. Si usted no toma
ninguna medida a raiz de toda la documentación desclasificada y
publicada por Internet e importantes medios de comunicación, pasará a la
Historia como un gobernante que participó en una guerra sucia y
criminal al dictado del Imperio.
¡Qué triste papel el suyo, señor
Presidente!
La
maldición afgana amenaza a los que han abusado del oscurantismo.
Internet tiene la manos manchadas de sangre: Afghan War
Diary, 2004-2010.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos prepara una acusación
formal contra WikiLeaks. Los cargos podrían estar relacionados
con la violación del Acta sobre Espionaje, redactada
por el Congreso en 1917 y que contempla la pena de
muerte.
La filtración se producía cuando el “soldado” Manning ya estaba en EE.UU.
La filtración se producía cuando el “soldado” Manning ya estaba en EE.UU.