El pasado jueves fue un día esperanzador para el mundo, dado que los Estados Unidos, Alemania y otros miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunieron en Ginebra con Irán en una apuesta para resolver temas pendientes.
A pesar de que el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad hubo intentado que el tema nuclear no fuese tratado, el intento fue un mero gambito de apertura dado que dicho tema nuclear dominará la discusión.
Como ha apuntado Henry Kissinger, las charlas acaban de empezar y es probable que no haya progresos durante un largo tiempo. Y es que la diplomacia es una maratón, no un sprint.
Me gustaría aprovechar la ocasión para enumerar unas cuantas cosas que la gente cree saber sobre Irán, las cuales sin embargo flaquean en evidencias.
Creencia: Irán es agresivo y ha amenazado con atacar Israel, otros vecinos o incluso los Estads Unidos.
Realidad: Irán no ha lanzado ataque bélico alguno durante la historia moderna —sí los Estados Unidos e Israel— y sus líderes mantienen una doctrina de nunca lanzar el primer ataque. Esto se aplica a su líder supremo Ali Khamenei y también a todos los responsables de su Guardia Revolucionaria.
Creencia: Irán es una sociedad militarizada en posesión de armas peligrosas que supone una amenaza para la paz mundial.
Realidad: El presupuesto militar iraní pasa escasamente de los 6.000 millones. Suecia, Singapur o Grecia tienen presupuestos militares mayores. Más aún, Irán es un país con 70 millones de habitantes, lo que supone que el gasto per capita en defensa es ridículo comparado con el de esos otros países, de mucha menos población. Irán tiene un gasto militar per capita menor que el de cualquier otro país del Golfo Pérsico con la excepción de los Emiratos Árabes Unidos.
Creencia: Irán ha amenazado con atacar Israel militarmente y «borrarlo del mapa».
Realidad: Ningún líder iraní en el ejecutivo ha realizado amenazas reales de actos agresivos hacia Israel, lo que contradiría la doctrina de «no lanzar el primer ataque» a la que el país está adherido. El presidente iraní ha repetido explícitamente que Irán no es amenaza a país alguno, incluyendo a Israel.
Creencia: Pero ¿no ha amenazado Mahmoud Ahmadinejad con «borrar a Israel del mapa».?
Realidad: El presidente citó palabras del ayatollah Khomeini «el régimen de ocupación sobre Jerusalén debe desaparecer de la historia» —in rezhim-e eshghalgar-i Qods bayad as safheh-e ruzgar mahv shavad—. No es una amenaza de desplegar tanques o lanzar misiles. Es la expresión del deseo de que el régimen israelí colapse, como ocurrió con la Unión Soviética. No es amenaza de ataque alguno.
Creencia: ¿No niegan el Holocausto los iraníes?
Realidad: Algunos sí, otros no. El anterior presidente Mohammad Khatami ha reprochado a Ahmadinejad cuestionar el alcance del Holocausto, el cual llamó «crimen del nazismo». Muchos iraníes educados en el régimen son perfectamente conscientes de los horrores del holocausto. En cualquier caso, a pesar de la propaganda, ni la negación del Holocausto ni los insultos a Israel son lo mismo que una amenaza de ataque militar.
Creencia: Irán, como Corea del Norte, tiene un programa activo de armamento nuclear, que constituye una amenaza mundial.
Realidad: Irán tiene una planta de enriquecimiento nuclear en Natanz, cerca de Isfahan, donde afirma estar intentando producir combustible para futuros reactores nucleares civiles para generar electricidad. Todos los líderes iraníes niegan que este sitio esté destinado a la producción de armamento, y la Agencia Internacional de la Energía Atómica la ha inspeccionado repetidamente sin encontrar programa de armamento alguno. Irán no está siendo completamente transparente, lo que ha generado dudas, pero la evidencia es que tanto la AIEA como la CIA reunen pruebas de que no hay programa armamentístico alguno. En 2007, un conjunto de 16 agencias de Inteligencia norteamericanas, incluyendo a la CIA, afirmaron confiar en que Irán no dispone de programa de investigación de armamento nuclear alguno. Una afirmación basada en las opiniones de científicos nucleares, y otros documentos, además de en la información de Inteligencia recopilada desde Irán. Alemania, Israel, o incluso recientemente el Reino Unido afirman sospechar de las intenciones iraníes. Sospechas equivocadas sobre las Armas de Destrucción Masiva iraníes. Alemania se basó en las afirmaciones del informador Curveball, un desertor adicto al alcohol.
Creencia: Se ha descubierto recientemente una planta secreta iraní con armamento nuclear en una montaña cerca de Qom.
Realidad: Irán aunució recientemente a la AIEA haber comenzado a trabajar en una segunda planta nuclear civil cerca de Qom. No hay material nuclear aún en el sitio, de forma que Irán no ha violado el Tratado de No Proliferación Nuclear, Lo que sí ha hecho es descuidar anunciar a la AIEA y a las Naciones Unidas anunciar de inmediato cualquier trabajo en una nueva planta. Irán ha aceptado que el nuevo sitio sea inspeccionado regularmente por la AIEA lo que, tal y como ocurre con la planta de Natanz, impide que puedan fabricarse ahí armas nucleares, lo que sería detectado de inmediato. La Secretaria de Estado Hillary Clinton ha admitido que Irán no puede producir armas nucleares en Natanz debido a las inspecciones. Aún así la derecha americana reclama ataques a Natanz.
Creencia: El mundo debería sancionar a Irán no sólo por su programa de enriquecimiento nuclear sino también por el resultado de las pasadas elecciones presidenciales y la posterior represión brutal contra las protestas.
Realidad: Incluso los reformadores iraníes admiten que las sanciones a Irán no afectarían al régimen iraní y sí a la población civil.
Creencia: ¿No es el régimen iraní tan irracional que incluso una doctrina de destrucción mútua no funcionaría con ellos?
Realidad: Los políticos iraníes son más racionales de lo que creemos. Si estuviesen enloquecidos, ¿por qué no invaden a sus vecinos? Saddam Hussein invadió desde Iraq a Irán y a Kuwait. Israel ha invadido a sus vecinos más de una vez. Irán nunca ha comenzado una guerra. Demonizar a la gente suponiéndoles polarizados en sus opiniones es un viejo truco propagandístico. La élite norteamericana se opuso inalterablemente a que China tuviese programa nuclear porque suponían a los chinos intrínsecamente irracionales. Es una forma de racismo.
Creencia: La comunidad internacional no estaría preocupada y no sugeriría sanciones hacia Irán si no fuesen una amenaza nuclear.
Realidad: La tecnología de centrifugado que Irán utiliza para enriquecer Uranio no tiene límites. Antiguamente podías decir qué países querían una bomba atómica comprobando si construían reactores de agua ligera —inadecuados para fabricar armamento— o reactores de agua pesada —estos sí adecuados—. Con la tecnología de centrifugado, una vez que puedes enriquecer al 5% para alimentar un reactor civil, teóricamente puede devolverse el material al proceso tantas veces como haga falta para enriquecer al 90% tal y como se necesita para fabricar una bomba. De todas formas, dado que las plantas están siendo activamente inspeccionadas, no puede fabricarse armamento en ellas. Dos señales de peligro serían la expulsión por parte de Irán de los inspectores o la creación de una planta secreta. Ésta última es improbable, como demuestra la detección inmediata por parte de la CIA de la construcción de la planta de Qom. Construir una planta secreta está fuera de las posibilidades. En cualquier caso, no es posible atacar y destruir un país por la intuición de que allí se hace algo ilegal. Son necesarias pruebas. Israel, Pakistan o India son en ese sentido ciudadanos planetarios peores que Irán, dado que no han firmado el TNPN, han construido armamento nuclear, y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no ha actuado en su contra.