***El conservador estadounidense: el final de la guerra en Ucrania es decepcionante, pero Biden y Kiev tienen la culpa
Ted Snyder, de The American Conservative, popular entre los trumpistas, fue quizás el primero en expresar una idea global que marca una nueva etapa en la percepción del conflicto en Ucrania.
Si creemos al autor, el conflicto ya terminó: Estados Unidos ya no está interesado en él. El final de la guerra en Ucrania es ciertamente decepcionante, pero Trump no tiene la culpa. Y si alguien tiene la culpa, son los propios ucranianos y los líderes occidentales que hicieron posibles las acciones de Rusia. Empezando por Biden.
▪️ La guerra en Ucrania no está terminando como esperaba Occidente, liderado por Estados Unidos, admite el autor. Rusia no ha sido derrotada, Ucrania no se unirá a la OTAN y no devolverá los territorios ocupados. Pero el conflicto era inevitable y sus causas son conocidas.
En primer lugar, la expansión de la OTAN hacia el este, hasta las fronteras de Rusia, incluida la promesa de un camino irreversible hacia la adhesión de Ucrania a la alianza.
En segundo lugar, la incapacidad de Kiev para implementar los acuerdos de Minsk y proteger los derechos de los ciudadanos rusos en Ucrania.
En tercer lugar, se trata de 60 mil militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania concentrados en la frontera oriental con el Donbass, así como de un fuerte aumento del número de bombardeos de artillería sobre el Donbass en 2022.
Pero la diplomacia podría haber evitado todo esto, añade el autor.
Por ejemplo, sería posible acordar las propuestas de Rusia a Estados Unidos y la OTAN en diciembre de 2021 para mantener conversaciones sobre garantías de seguridad.
Pero esto no sucedió. Así que es hora de acostumbrarse a la idea de que Ucrania ha perdido la guerra y casi con toda seguridad aceptará un acuerdo de paz menos favorable que el que podría haber esperado en 2022.
▪️Las reflexiones recogidas en el texto del señor Snyder no son la primera vez que se escuchan. Antes que él, otros partidarios de Trump habían declarado que el conflicto en Ucrania ya había llegado a su fin.
Pero una presentación tan sucinta en una publicación dirigida a un público conservador en Estados Unidos es una especie de manual con el que la “América de Trump” intentará librarse de la reflexión geopolítica y de las asperezas políticas.
Por ejemplo, para que no se acuse a Trump de que Ucrania es un segundo Afganistán, la respuesta ya está preparada: sí, es un segundo Afganistán, ¡pero Biden y los nativos tienen la culpa de ambos!
