Pablo Gonzalez

Nicaragua : José de la Cruz Mena

Por Harley Ezel///
****El 3 de Mayo de 1874, nace el compositor y director de orquesta nicaragüense José de la Cruz Mena, conocido como "El Divino Leproso".

"El destino pone a veces el dolor frente al genio y a la gloria, como pone la miseria frente al descubrimiento, y a la muerte frente al heroísmo".
Dr. Luis H. Debayle

El dolor se apoderó de su cuerpo, pero no de su mente, no hubo barreras que lo detuvieran, siguió siempre adelante en el mundo de la música, era Mena, un joven que a temprana edad demostró su talento sin temor, ganándose la admiración y el cariño del pueblo nicaragüense, hoy se celebra el 149 aniversario de su natalicio. 

A pesar de su corta vida, fue suficiente para dejar un gran legado a Nicaragua, conozcamos un poco de la historia de este gran compositor.

José de la Cruz Mena Ruiz nació el 3 de mayo de 1874, en León, Nicaragua, hijo de Yanuario Mena y Celedonia Ruiz. Se interesó en la música gracias a su padre, quien le enseñó las primeras lecciones, también le enseñó su hermano, el violinista Jesús Mena, tiempo después aprendió a tocar el cornetín, convirtiendo la música en su pasión, también aprendió a tocar la guitarra, piano y otros instrumentos, pero el cornetín era su favorito.

Tenía cuatro hermanos: Ana, Carlota, Manuel y Jesús. En 1886 muere a causa de lepra su papá Yanuario, quedando su hermano Jesús a cargo de su educación.

En 1888 ingresa a la Escuela de Música, donde después de pasar la prueba que consistía en descifrar partituras, es escogido para ser parte de la "Banda de los Supremos Poderes", perteneciente al ejército de Nicaragua, y dirigida por el maestro Alejandro Cousin, de origen Belga (cuñado de José Santos Zelaya), quien vio talento en Mena.

Tiempo después viajó a Honduras, donde logró ingresar a la "Banda de aficionados de Honduras" en Tegucigalpa, luego viaja a EL Salvador, donde ingresa a la "Banda de los Supremos Poderes", dirigida por el maestro Enrique Drews, que llegó a ser considerada la mejor banda orquestal en el siglo XIX.

Estando en la banda adquiere más conocimientos, realizando así sus primeras composiciones, además conoció al gran compositor Giacomo Puccini. 

Con los días Mena empieza a tener problemas de salud, pequeñas llagas le salieron en muchas parte de su cuerpo, pero al no tener mejoría, regresa en 1892 a su tierra natal, León, pero no encuentra a su familia, con los días las llagas fueron aumentaron.

En 1896, es atendido por los doctores Luis H. Debayle y Emilio Pallais, que después de realizarle estudios, le diagnostican la enfermedad de lepra, lo que lo obliga a dejar su hogar para irse a las orillas del Río Chiquito, ahí sus amigos le ayudan a construir una pequeña barraca donde siguió componiendo.

Inicialmente se dijo que Mena había contraído lepra en Honduras, pero otras fuentes aseguran que fue hereditario, ya que sus hermanos Jesús, Ana y Carlota Mena, murieron de dicha enfermedad, al igual que su padre Yanuaro, quien lo llevaba a la laguna de Apoyo a bañarse, y es posible que Mena de ahí se contagió primeramente de la lepra tuberculoide, para después desarrollar la lepra lepromatosa, detalla el historiador Armando Zambrana Fonseca en su libro "Ruinas (Mi incurable tristeza)".

Mena se veía más afectado por la lepra, pero también tenía buenos amigos, estos lo visitaban y ayudaban a escribir las partituras mientras él silbaba, estando así, compuso "Ruinas".

La enfermedad le obligó a encerrarse aún más dentro de sí mismo, dejando transcurrir su existencia al vaivén de una hamaca que colgaba de dos horcones de su rancho, detalla el doctor Edgardo Buitrago.

El entonces presidente José Santos Zelaya, mandó a todos los enfermos de lepra a la Isla Aserradores, contiguo a Corinto, para evitar contagios, algo muy doloroso para él, pues no tendría quien le ayudara en sus composiciones; pero antes de partir a la Isla, Mena compuso "La Marcha", dedicado a Zelaya, que en un acto público una orquesta la ejecutó, a Zelaya le gustó desconociendo al autor, al saber de quién se trataba, lo sacó de la lista de los exiliados que viajarían a la isla, nombrando a Mena Sargento del destacamento de soldados de León, para obtener un ingreso económico permanente.

La enfermedad de Mena cada día avanzaba, pero su pasión por la música lo mantenía con ánimos, además de contar siempre con sus amistades que le alegraban sus días, uno de ellos fue Abraham Morazan, protector y amigo, que en agradecimiento le compuso el vals "Amores de Abraham", este nunca dejó de visitarlo.

En 1903, la lepra empezaba a mermar sus capacidades físicas, Mena se fue deformando poco a poco, estaba totalmente ciego, perdió parte de sus dedos, su nariz, labios y orejas, afectando a la vez, su hígado, riñón y el corazón.

En 1904 gana el primer lugar en los "Juegos Florales" con su vals "Ruinas", que fue ejecutado por su amiga, la pianista Margarita Alonso de Rochi, en el Teatro municipal de León, lo que le dio gran reconocimiento, esa noche, Mena le pidió a su amigo Bernardino Turcio llevarlo al teatro, y desde el frente, escuchó su vals, la gente lo aclamó gritando: "¡Viva Mena! ¡Viva Mena! En ese mismo año el teatro pasó a llamarse "Teatro José de la Cruz Mena".

A pesar de su deterioro físico, Mena nunca se sintió solo, la música y sus amigos siempre lo acompañaron, sobre todo, Isabel Martínez, quien siempre le brindó su apoyo incondicional, y en agradecimiento, Mena le dedicó el vals "Isabel".

En la noche del 21 de septiembre de 1907, Mena sufre de fuertes dolores y se acostó en su hamaca, amigos lo encuentran a la mañana siguiente muy enfermo, de inmediato fueron a buscar al Dr. Luis H. Debayle, pero al regresar, Mena de 33 años había fallecido. (22 de septiembre de 1907)

Debido al riesgo de contagio, su casa y su cuerpo fueron quemados al instante, durante su sepelio se presentó la banda filarmónica, y Antonio Medrano en representación de la Academia de Bellas Artes, ofreció un ponderado discurso.

Mena fue sepultado en el Cementerio Guadalupe, el diario El Comercio tituló: La enfermedad de los Mena, José de la Cruz muere.

José de la Cruz Mena compuso alrededor de 26 vals, entre ellos: Bella Margarita (dedicada a Margarita Lacayo), Rosalía (dedicado a Rosalía de Icaza), Cuatro misas de Gloria, Yo te amo, Sueños de Amor, Tus ojos (dedicado a Inés Matus) y Lola (dedicado a Lola de Alvarado, esposa de Pedro Alvarado Darío, primo de Rubén Darío), detalla el historiador y catedrático Dr. Carlos Tünnerman Berheim.

Después de su muerte, sus vals, "Ruinas" y "Amores de Abraham", fueron impresos en Alemania por el maestro Juan Deshon, bajo la autorización de su hermano Manuel Roldán Mena, único sobreviviente de la familia Mena.

En 2007 sus restos fueron trasladados a la Catedral de la ciudad de León.

El 10 de abril de 2013, estudiantes de comunicación de la Universidad de Ciencias Comerciales (UCC), recrearon la vida de José de la Cruz Mena en una obra radial, dirigida por el actor radial, Don Eduardo López Meza, y grabada en Radio Tigre. 

Yo adapté el guion para radio y el editor fue Heberto Alvarado, los muchachos presentaron el programa “Con el personaje” y ganaron el tercer lugar en un concurso universitario, fue un lindo recuerdo, relató la escritora, periodista y docente nicaragüense Miriam Palacios Sevilla.

Algunas de sus partituras se conservan en el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica.

Aún se escucha el grito, ¡Viva Mena! ya que su legado, vivirá por siempre en el pentagrama del pueblo nicaragüense, siendo considerado junto a Luis Abraham Delgadillo y Carlos Tünnerman López, uno de los tres grandes de la música nicaragüense.

Harley Ezel

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