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El anterior presidente republicano Trump se pasó señalando al laboratorio de Wuhan como el foco de diseminación infecciosa a todo el mundo, sin nunca aportar evidencias contrastables. Su secretario de Estado, Mike Pompeo, anterior director de la CIA, llegó hasta a denominar al Covid-19 como un “virus chino”.
El presidente Trump incluso pretendió cobrar daños y perjuicios a China, ya enfrascado en su guerra comercial que nunca ganó, por haber supuestamente propagado el virus letal.
Luego, bajo presión de los aguerridos republicanos, el presidente Joe Biden había prometido una evaluación de los diversos centros de espionaje de EE. UU. con el fin de exponer si el laboratorio Wuhan había operado una ingeniería del virus Covid-19 de los murciélagos a los humanos.
El resultado enunciado fue que. Hasta ahora, el laboratorio Wuhan no tenía nada que ver en su eclosión y que tampoco es un artefacto de laboratorio.
También llamó poderosamente la atención que el expresidente de Bolivia, Evo Morales, haya declarado que el Covid-19 es un “arma biológica”.
En paralelo, investigadores renombrados de EE. UU. y China se preguntan en el muy prestigiado Boletín de los Científicos Atómicos sobre “El origen del Covid: ¿quién abrió la caja de Pandora en Wuhan? (https://bit.ly/3740qyv)”.
En estos días, el feroz portal The Intercept exhumó, en su explosiva investigación, que desde 2014 los Institutos Nacionales de Salud (NHI, por sus siglas en inglés) de EU, aprobaron durante 5 años—es decir, concluyó en 2019—un donativo anual de US$660,000 por año y que en 5 años arrojaron US$3.3 millones para la EcoHealth Alliance, una organización de investigación de EE. UU., para indagar el coronavirus de los murciélagos.
El problema radica en que la EcoHealth Alliance reconoció de antemano los riesgos:“el mayor riesgo de exposición al SARS o a otros coronavirus entre el personal de investigación, que pudieran entonces transportarlos fuera del laboratorio(https://bit.ly/3yXKTM5)”.
Lo más relevante es que pese a las advertencias, el polémico doctor Anthony Fauci prosiguió con el donativo específico por US$599,000 al Instituto Wuhan de virología.
Cabe señalar que en el famoso Instituto Wuhan de Virología labora la apodada “mujer murciélago” quien ha advertido que habrá más variantes y mutaciones del Covid-19 (https://bit.ly/3tq35wI).
Está en juego lo que se conoce como una investigación “gain of function”: la investigación que en forma deliberada cambia un organismo para proporcionarle nuevas funciones y así probar una teoría, lo que, en el estudio de los virus humanos, lo hace más transmisible y más letal con el fin de probar quien puede y quien no puede sobrevivir a tal macabra metamorfosis.
El Dr. Fauci, muy dado a los faroles publicitarios, ya se había enfrascado en un fuerte duelo verbal en el Congreso con el senador republicano Rand Paul, muy cercano a Trump, quien lo señaló de “mentiroso”, lo cual no es un asunto menor, ya que mentir al Congreso puede ser motivo de un juicio legal por el Departamento de Justicia.
Con este asunto tremendo de experimentación con los virus de murciélagos y humanos, el Dr. Anthony Fauci se ha metido en un serio problema cuando seguramente el senador Rand Paul le va a hacer perder su sueño (https://bit.ly/3yXKo4F).
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