No hay forma de obviar que el impacto de los huracanes ETA y Iota sobre Nicaragua es brutal.
No fue uno, fueron dos, los monstruos que se nos lanzaron encima, uno tras otro en una distancia de apenas doce días y aunque gracias a Dios el costo de vidas humanas es reducido, en relación al resto de la región centroamericana, no podemos tampoco ignorar que si el balance preliminar de las pérdidas económicas nos erizaron los pelos, el final terminará dejándonos calvos porque si venimos del fallido golpe de estado y de la pandemia y ahora nos pasan arrasadoramente encima estos vientos letales, lo que nos queda es una reflexión ciudadana profunda, un análisis íntimo de nuestra propia conducta para desembocar en un cambio inmediato de actitudes y quien lo pide es el país, es Nicaragua, la patria que no es de nadie y es de todos, pero en la que habitan desgraciadamente individuos que reaccionan contra ella como si fueran hijastros y no vástagos de sus entrañas.
Yo quisiera encontrar una sola razón que justifique escuchar a un tipejo, Cirilo Otero, que se auto llama sociólogo, al áspero "washingtólogo" Bosco Matamoros, que por odiar al gobierno se atreven a decir que no se mande ayuda a Nicaragua porque eso sería hacer un favor a Daniel Ortega o en la misma línea aun escuchar la estúpida narrativa de una locutora enviada por Radio Corporación a la zona de desastre y quien dijo que los albergues no prestaban las condiciones, desnudándose como ignorante porque no deduce lo que significa la condición de albergue, que es un lugar únicamente de resguardo en el entre tanto del peligro, que por supuesto no tiene las comodidades de una casa, no tiene cuartos, ni salas, ni cocina, ni garaje, ni nada que se le parezca sino que apenas es una estructura del gobierno que en su obligación protectora la abre para el necesitado, para el desplazado de los huracanados vientos que sin duda hubiera sido alzado en peso en el lugar de origen de cada uno de estos nicaragüenses que la locutora de la Corporación, una tal Marisol, manipula induciéndolos a hablar mal de la seguridad que se le brinda porque desgraciadamente eso es lo único que son capaces de hacer los que ni migajas reciben de algunos dueños de medios de comunicación.
El desarrollo de un país es integral. No hay forma de crecer si las partes que son un todo se atienen a lo que solo un sector puede hacer porque el crecimiento de una nación es una carreta que requiere de usted y de mí, de ese y aquel para ser empujada.
Un aspecto que mucho me molesta es la hipocresía de aquellos que diciéndose empresarios y apiñados en el COSEP dicen estar preocupados por la economía, pero lo único que saben hacer es sabotearla, creando inestabilidad o yendo al extranjero a hablar pestes de una Nicaragua que por su propia mano intentaron asesinar el 18 de abril de 2018 y con ello quebraron a sus asociados y desemplearon a miles.
Esa actitud destructiva del COSEP se volvió ofensiva y obsesiva al extremo que con tal de sacar del poder ilegalmente a Daniel Ortega no les importa qué tanto sigan destruyendo al país, que por supuesto, gracias a ellos sigue en crisis.
Esta actitud negativa y anti nicaragüense se volvió cancerígena porque el COSEP es un mal ejemplo, es la cara infernal de lo que no debe ser un empresario porque es una especie de manzana descompuesta que en un canasto está pudriendo a las demás y por eso me detengo a demandar un cambio de actitud, para llamar la atención de los dueños del COSEP y no me refiero al Chano Aguerri que ni maletín tiene, ni al arrogante de Michael Healy que es un pinche e ineficiente empleado de colombianos, sino a los ricos y millonarios de este país, a los Pellas, a los Gurdian, a los Zamora, a gente de ese calibre, que se fue en la balastra por individuos que no tienen capitales, ni empresas, ni nada que perder, pero qué decidieron politiquear porque después de pasársela bien, disfrutando de las facilidades que por más de doce años les brindó la “dictadura”, pretendieron el poder político sin hacer nunca una sola propuesta sobre lo que harían en el hipotético caso de verse como Ministros para sentirse en sus alardes de grandeza como los todopoderosos.
Esto que planteo lo dibujo como cancerígeno porque las malas prácticas también se absorben y conozco a gente que está mal por su propia decisión y que no crece por su propia ineficiencia, pero lo peor de todo es que de sus fracasos responsabilizan al gobierno cuando la verdad es que muchas veces hacen suyo el pesimismo y fatalidad de gentes que diciéndose “dirigentes” empresariales lo que hacen es quebrar a quienes quieren salir adelante.
Cambiar de actitud es materializar transformaciones con un enfoque que nos permita una visión diferente de la vida actuando responsablemente para conseguir nuestras aspiraciones y metas.
No tener una actitud adecuada muchas veces pasa por tener miedo, una baja autoestima, sufrir estrés, experimentar resentimiento por una experiencia pasada o la baja predisposición a querer generar un cambio en nuestra vida y esas son patologías letales que conducen a la irresponsabilidad y esto a su vez a la quiebra de cualquier emprendedor y de cualquier empresa que se proponga alguien y créanme existe en Nicaragua y es algo contra lo que tenemos que luchar consistentemente.
Sin darte cuenta a veces o intencionalmente en otras de pronto puedes estar dentro de un pozo en el que no seas capaz de crear cambios en tu vida. Y es que las malas actitudes te dañan en lo personal y también en tus relaciones con los demás.
Voy a citar algunos casos que me han pasado, que he visto, que he confirmado y que en pequeño o en grande por igual te pueden conducir al fracaso.
Hay padres de familia que al ver a sus hijos displicentes en sus estudios apenas, muy tímidamente, les hacen ver que si no se aplican en sus materias van a quedarse burros, en vez de asumir posiciones enérgicas para obligarlos al estudio porque en la inmensa mayoría de los casos esos chavalos la única responsabilidad que tienen es la de obligarse con su formación académica y como nunca les dicen nada con energía y verticalidad de mando y siempre los consienten y hasta les parece graciosa la actitud del chavalo o la chavala, entonces la madre o el padre en realidad lo que hacen es preparar a un seguro fracasado, arrimado, mantenido y hasta un potencial delincuente que por supuesto será una carga para la sociedad una vez que caiga preso.
Nicaragua fuera otra si las empresas pequeñas o grandes asumieran ante su clientela la responsabilidad y seriedad a la que deberían obligarse.
Por ejemplo, hay restaurantes que cuando abren sus puertas te atienden como si el cliente fuese un rey, pero una vez que captaron una buena clientela y ven que les está yendo muy, pero muy bien, y les está entrando buena plata, entonces entran en un estado de confort tal que te bajan la calidad del servicio y la comida ya no sabe igual y la atención es más dilatada, hasta que de pronto al dueño del restaurante se le ocurre decir que es el país el que está mal cuando él que lo está es él.
Usted se va a los supermercados, los de La Colonia son los peores, y los clientes tienen que hacer enormes filas para pagar porque habiendo hasta diez cajas solo habilitan una.
El aire acondicionado, aunque vaya incluido en la factura, te lo encienden a las once de la mañana y te lo apagan a las 6 de la tarde y aunque también va en la factura el empaque de las compras uno mismo tiene que hacerlo porque tuvieron que recortar, dicen, personal, por una crisis que se niega cuando estas grandes abarroterías se mantienen llenas a cuál más.
Usted se va a un taller de mecánica a reparar un vehículo, entonces el mecánico le dice que la falla está en un repuesto que hay que cambiar, usted le da el dinero para poner el nuevo, por hacerlo le cobran un ojo y la mitad del otro, aunque sea solamente quitar y sustituir, y a la vuelta del tiempo por otro problema, derivado del desperfecto original, usted se da cuenta que el bendito repuesto nunca lo cambiaron, que medio lo remendaron y le dieron su pasadita de pintura para que luciera virginal, pero siempre fue el mismo.
Hace unos meses atrás di hacer unas camisetas de Detalles del Momento, tipo Polo para mi productora, mi asistente, los camarógrafos y el fotógrafo que me acompañaron a la gira de la “Cámara Viajera” de este programa a Bluefields en marzo de este año, las di hacer con casi quince días de anticipación, me juraron hasta con los dedos de los pies que estarían listas en tiempo y forma, por supuesto pagado y por adelantado el 80% del costro total y de las diez que di hacer solo me entregaron dos, en tallas que nunca se pedí y cuando proteste el tipo simplemente se molestó para justificar así su incapacidad e irresponsabilidad.
De ejemplos así estamos llenos y nada tiene que ver en eso el gobierno de Nicaragua que en todo caso lo que hace es manejar responsablemente la economía nacional y facilitar el clima de negocios, que, si es desvirtuado, es únicamente culpa de los vivianes, oportunistas y politiqueros personajes que dicen ser empresarios.
Podemos cambiarlo todo cambiando todos de actitud. La prosperidad y el desarrollo es integral. Tienes razón si piensas que en la actualidad vivimos en un mundo lleno de problemas: hay guerras, gente que ni siquiera tiene algo para comer cada día, personas sin familia y sin hogar, etc. Eso no lo podemos cambiar con solo desearlo, sino que hay que hacerlo y no lo lograremos dejando pase delante de nosotros mientras adoptamos una actitud de pasividad absoluta.
Winston Churchill decía que “La actitud es una pequeña cosa que marca una gran diferencia”.
Todo en la vida son decisiones. Piensa en la cantidad de cosas que tienes que decidir diariamente, aunque no aparenten ser importantes. Por ejemplo, lo que vas a comer hoy, que ropa te vas a poner, a dónde irás después del trabajo o si prefieres agua con gas o natural, son pequeñas cosas que van creando todas tus decisiones. Y es que, somos lo que hacemos, pero también lo que dejamos de hacer. Y puede que un deseo no cambie nada, pero una decisión lo transforma todo.
Para generar un cambio y adquirir una buena actitud en la vida, debes eliminar todo aquello que te resulte negativo, apártate de los fatólogos. Las cosas negativas y especialmente las personas con malas vibraciones solo restan en tu vida. Limpia la negatividad que te rodea y verás cómo empiezas a tener una actitud mucho más positiva y te vas a sentir con más energía para conseguir tus sueños y metas.
Si te rodeas de personas exitosas o gente que está trabajando día a día para alcanzar el éxito, entonces tú mismo te contagiarás de actitudes y pensamientos inspiradores y llenos de energía para convertirte en una persona extraordinaria que es capaz de reír en medio de las adversidades porque tomaras conciencia del inmenso poder que representa el optimismo.
Por: Moisés Absalón Pastora.