Las autoridades turcas están convencidas de que uno de los guardaespaldas del príncipe heredero saudí escapó a Riad con parte del cuerpo de Khashoggi.
Fuentes citadas por la página web Middle East Eye, según publica este domingo este medio, aseguran que las autoridades de Turquía están convencidos de que al menos parte del cadáver del periodista crítico saudí, Jamal Khashoggi, ha sido trasladado a Arabia Saudí por uno de los guardaespaldas personales del príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman Al Saud.
En específico, indican, el mayor general Mahir Abdul Aziz Muhamad Mutrib, a quien se le considera como el principal coordinador de la “misión” para asesinar a Khashoggi, partió de la ciudad turca de Estambul hacia Riad, la capital saudí, en un avión privado poco antes de que las autoridades turcas se enteraran de la desaparición del periodista.
Las fuentes citadas aseguran que Mutrib llevaba consigo una gran bolsa negra cuando se subía al avión, con número de matrícula de avión HZ-SK1, y que no pasó por chequeos de seguridad ya que atravesó la sala VIP para subirse a la aeronave y viajaba con pasaporte diplomático. También, informan que al parecer Mutrib tenía mucha prisa.
Por último, las mismas fuentes han descartado la versión saudí de los hechos y aseguran que el cuerpo de Khashoggi fue cortado en 15 partes y que en la actualidad las autoridades turcas están preparadas para acusar a los 15 integrantes del “escuadrón de muerte” saudí de asesinato pero que esperan encontrar el cuerpo o, por lo menos, una parte del cadáver del periodista crítico de Al Saud.
Khashoggi, quien era columnista del diario estadounidense The Washington Post y poseía la residencia permanente en Estados Unidos, ingresó el pasado 2 de octubre al consulado saudí en Estambul con el fin de obtener un documento que necesitaba para contraer nuevas nupcias, sin embargo, nunca llegó a abandonar el lugar, conforme a las declaraciones brindadas por su prometida.
La información proporcionada por Riad acerca de que la muerte del periodista ocurrió tras una “pelea” en el interior del consulado ha indignado a muchos países, así como a varias organizaciones pro derechos humanos, porque no admiten como cierta dicha versión.
El anuncio de la muerte del periodista y las detenciones que se han producido en el reino árabe a raíz del asesinato demuestran que, en realidad, solo tratan de desvincular al príncipe heredero saudí de este crimen, un personaje que también ha desempeñado un papel fundamental en la guerra contra Yemen y en el extraño “secuestro” del premier libanés, Saad Hariri.
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