Una joven refugiada siria ha terminado sus estudios en un colegio de la ciudad rusa de Chitá, en la Siberia Oriental, con los mejores resultados de su promoción.
Se ha convertido este año en la única graduada que obtiene la medalla de oro en el centro, informa el diario 'Vzgliad'.
La madre de Imán Hassún, natural de la citada localidad siberiana, conoció a su futuro marido en la ciudad cercana de Irkutsk.
Después de casarse marcharon a Siria, pero en 2015 la guerra obligó a la familia a regresar de Idlib, donde se habían instalado, a Chitá.
Según la joven, las dos asignaturas más duras del colegio siberiano fueron lengua rusa y teoría social, una disciplina ausente en el currículum sirio.
A pesar de las dificultades, Hassún logró unos impresionantes resultados: obtuvo nada menos que 91 puntos sobre 100 en el examen del ruso, según indica el sitio web del Ministerio de Educación en la región de Zabaikalie.
Una de sus profesoras, Tatiána Ovchínnikova, ha calificado a la joven de "amable, simpática y bondadosa" y ha revelado que de inmediato se integró en el equipo.
La graduada pretende que su profesión futura esté vinculada con el estudio de idiomas extranjeros, así como las distintas culturas y tradiciones.
Hassún asegura que cuenta con dos patrias, Rusia y Siria, y ha expresado su esperanza de poder volver a Idlib en el futuro.