El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que resulta cínico asegurar que las explosiones en San Petersburgo son una venganza por las acciones rusas en Siria, tal como lo hacen algunos medios.
"En lo referente (…) a las hipótesis de algunos medios de que el atentado representa una venganza contra Rusia por nuestra política en Siria, las mismas resultan cínicas y bajas", dijo el jefe de la diplomacia rusa.
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Lavrov destacó además que durante la presidencia del anterior líder estadounidense, Barack Obama, algunas figuras oficiales de ese país llegaron a amenazar a Rusia con posibles ataques terroristas, e incluso predijeron la llegada masiva al país de ataúdes con militares muertos, algo que calificó de indigno de cualquier político.
"Creo que en la situación actual, cuando el terrorismo amenaza a todos los países sin exclusión, no tienen cabida esos dobles raseros, y los políticos se responsabilicen por fin por sus declaraciones", subrayó el canciller ruso.
El ministro resaltó la solidaridad con Rusia mostrada tras el atentado no solo por los países aliados, sino por prácticamente todos los Estados del mundo y subrayó que lo ocurrido demuestra la necesidad de aunar los esfuerzos para combatir el terrorismo.
El 3 de abril a las 14.30 se registró una explosión en un tren del metro cuando circulaba entre las estaciones Sennaya Ploschad y Tejnologuicheski Institut.
Por el momento se informa de 14 muertos y 49 hospitalizados.
El Comité de Investigación abrió una causa penal por terrorismo.
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