"¿Ha llegado la hora en que los medios pueden comenzar a hablar de Golpe en Brasil?".
Resulta evidente, y casi cierta para muchas personas, la pregunta planteada por el premio Pulitzer Glenn Greenwald pero, a su vez, es la misma que hacen en Brasil y en el resto del mundo.
Pero esta pregunta trae a colación una serie de cuestionamientos que están en el ambiente y, a su vez, prefigura la nueva estructura de lo institucional al servicio de intereses de grupos específicos.
Todo develado
Si todo el proceso contra la presidenta Dilma Rousseff había sido algo confuso, poco a poco se ha ido despejando parte de la incógnita.
Y es que la filtración a la prensa de un audio del recién nombrado ministro de Planificación de Temer, Romero Jucá, revela su intención confesa de emprender el proceso contra Rousseff con la esperanza de apaciguar las investigaciones sobre el caso Lava Jato donde, particularmente, tiene relación.
Además, varias informaciones divulgadas por WikiLeaks dan cuenta de que Jucá ha mantenido reuniones y contactos con diplomáticos de Estados Unidos en Brasil.
Luego de la divulgación del archivo, Jucá se retiró del cargo que había asumido tan sólo 11 días antes.
El diario 'Folha de Sao Paolo' publicó el audio de Jucá y las reacciones no se han hecho esperar.
"Han develado la trama del Golpe" denunció Dilma Rousseff, presidenta temporalmente suspendida, en un reciente encuentro con agrupaciones relacionadas con la agricultura en el interior del país. Rousseff ha mantenido la hipótesis de una componenda en su contra desde mucho antes de la decisión del Senado.
La reseña del audio filtrado de Jucá a través de uno de los principales referentes comunicacionales en Brasil permite tomar como cierta la interrogante que plantea Greenwald, aunque desde mucho antes ya se ve al poco conocido 'impeachment' como el famoso y temido 'Golpe de Estado'.
Muchas voces coincidentes
Las opiniones referentes a lo ocurrido en Brasil y a su democracia no han cesado. Políticos, jefes de Estado, diputados y hasta artistas en el mundo se han expresado y no han guardado reparo en catalogar al procedimiento con todas sus letras.
En la región, no dudaron denunciar desde un primer momento lo peligroso del proceso emprendido y sus características.
Desde Caracas, el presidente Nicolás Maduro indicó que "tras el Golpe contra Dilma (Rousseff) están las manos de EE.UU." y busca atentar contra toda Suramérica, cita 'La Nación'. Tras la declaración, Maduro retiró a su embajador de Brasilia.
En Bolivia, Evo Morales expresó su "indignación" ante lo ocurrido en Brasil y dijo que, junto a "los pueblos humildes, condenamos el atentado contra la democracia y la estabilidad económica de Brasil", informa 'El Deber'.
El premio Nobel de Literatura, Adolfo Pérez Esquivel, expresó su solidaridad a Rousseff en Brasilia semanas antes de su remoción cuando declaró a la prensa que "está muy claro que lo que se está preparando aquí es un Golpe de Estado encubierto o lo que llamamos Golpe blando".
El vicepresidente de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, Javier Couso, aclaró que lo ocurrido en Brasil, responde a la tesis de "Golpe blando" y expresó medianteun comunicado su preocupación.
Este martes, el escritor Paolo Coelho se manifestó de manera enérgica para rechazar este hecho, catalogándolo como "Golpe de Estado" perpetrado por el Senado de su país.
En tres contundentes mensajes a través de su cuenta en la red social Twitter, Coelho denunció el "cinismo" de varios funcionarios que "defendieron la gestión de Rousseff, pero estuvieron involucrados en su destitución".
"¡Qué cinismo! ¡Asuma la responsabilidad! ¿O nació ayer? Siempre queriendo estar bien con todo el mundo", sentenció el famoso escritor brasileño.
Coelho no ha sido el único. El cantautor Caetano Veloso también se ha pronunciado y fue el principal activador de un concierto multitudinario en Río de Janeiro para expresar, en clave de arte y música, su rechazo al Golpe de Estado con barniz institucional de su país.
Durante la última edición del Festival de Cannes un grupo de artistas del cine brasileños, encabezado por Sonia Braga, alzaron carteles en plena alfombra roja para denunciar ante los asistentes el golpe a la democracia que se había dado en su país natal.
Este miércoles se debatió en el Senado de Brasil el llamado "cronograma de trabajo" para coordinar las acciones y dar inicio al proceso contra Rousseff, de la mano con el Supremo Tribunal de la nación.
Thomas Ramírez Salas.
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