Por: Arthur González.
Solo basta con escuchar las declaraciones de los integrantes de la mafia anticubana de Miami, para darse cuenta de sus verdaderos sentimientos y la línea de acción que ejecutan contra el pueblo cubano.
Así se demuestra en las últimas declaraciones del Senador norteamericano Bob Menéndez, quien aseguró que Cuba debe ser tratada como un país que “apoya el terrorismo”, falacia inventada por ellos para justificar la criminal guerra económica diseñada por la CIA, con el apoyo total de la Casa Blanca, cuyo propósito es el de matar por hambre al pueblo cubano y crear el desencanto y el desaliento.
Si el senador Menéndez tuviera un ápice de vergüenza haría mención a lo que aseguró en abril de 1960, el entonces subsecretario de Estado Lester D. Mallory, en un memorando a su jefe, en el cual expresó:
“No existe una oposición política efectiva en Cuba; por tanto, el único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución es a través del desencanto y el desaliento, basado en la insatisfacción y las dificultades económicas. Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Esta es la razón por la cual se incluyó a Cuba en esa espuria lista, para poder justificar el sostenido bloqueo económico, comercial y financiero, que persigue con saña a los que se arriesgan a ejecutar una transacción comercial y financiera con la Isla, de ahí las sanciones millonarias que el gobierno del presidente Obama le ha impuesto a una docena de bancos en el mundo y el por qué la Sección de Intereses de Cuba en Washington ha tenido que suspender la atención consular de miles de cubanos, al no encontrar un banco que acepte trabajar con sus cuentas.
Según el Senador Menéndez, la crisis política que vive Venezuela le recuerda a Cuba. Por supuesto que sí, prácticamente son las mismas acciones que Estados Unidos ejecutó contra la revolución cubana desde 1959.
Para comprobarlo, el Senador Menéndez solo debe releer un informe confeccionado por el CoronelJack Hawkins, jefe de la Sección de personal paramilitar en el Centro de Operaciones de la Fuerza de Tarea de la CIA, en la denominada como “Operación Cubana”, en el que afirma sin el más mínimo pudor:
“Durante el período comprendido entre octubre de 1960 y el 15 de abril de 1961, se perpetraron alrededor de 110 atentados dinamiteros contra objetivos políticos y económicos, se colocaron más de 200 bombas. Se descarrilaron 6 trenes, se dejó inactiva la refinería de Santiago de Cuba durante una semana, como resultado de un ataque sorpresivo desde el mar. Se provocaron más de 150incendios contra centros estatales y privados, incluyendo 21viviendas de comunistas y 800 incendios en plantaciones de caña”.
…“Estas operaciones lograron un éxito considerable. Las embarcaciones que prestaban servicio de Miami a Cuba entregaron más de 40 toneladas de armas, explosivos y equipos militares e infiltraron y sacaron a un gran número de personas.Algunas de las armas entregadas se utilizaron para pertrechar parcialmente a 400guerrilleros [léase: bandidos] que operaron durante un tiempo considerable en el Escambray, zona montañosa de la provincia Las Villas. La mayoría de los sabotajes perpetrados en La Habana y otros lugares se realizaron con materiales suministrados de esta manera…”
Lo expresado por el Coronel no es propaganda comunista, son las mismas actividades que hoy ejecuta la CIA contra el pueblo venezolano y demuestra quien es el verdadero terrorista, verdad que debería dársele a conocer a la opinión pública norteamericana para que supieran que clase de gobierno tienen y en que mal gastan el dinero de los contribuyentes, mientras se oponen a una mejora de los sistemas de salud.
Que nadie lo dude, la mafia anticubana lleva más de medio siglo patrocinando acciones de corte terrorista, incluido el derribo de un avión civil cubano, colocación de explosivos en hoteles, restaurantes, cines y teatros, incendios en centros comerciales, escuelas e incluso guarderías infantiles, dándole total protección en suelo norteamericano a los asesinos y criminales.
Esa es la verdad de los que ahora acusan a Cuba, e intentan distorsionar la historia al usurpar cargos de jueces; pues como dijera José Martí:
“Como eterna verdad se quiere ser lo que no se es”
