Al menos 49 policías resultaron heridos y 75 estudiantes fueron detenidos durante una manifestación multitudinaria en Santiago de Chile, informó la prensa.
Convocada por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), la manifestación no autorizada fue respaldada por miles estudiantes universitarios y de secundaria para exigir una educación gratuita y de calidad y concluyó con desórdenes y enfrentamientos entre manifestantes y la policía.
Durante los desórdenes tres autobuses del transporte público fueron incendiados en pleno centro de la ciudad, y apedreados varios establecimientos comerciales, los disturbios causaron cuantiosas pérdidas materiales de alrededor de 400 millones de pesos (836 mil dólares).
El portavoz del gobierno chileno, Andrés Chadwick, condenó la violencia y responsabilizó a los líderes juveniles de los disturbios en la ciudad.
“Saben que están abriendo las puertas al vandalismo y la delincuencia. No pueden eximirse de la responsabilidad que tienen en estas convocatorias”, indicó Chadwick.
Criticó la posición del grupo de dirigentes estudiantil que no acata la ley y convoca a marchas no autorizadas.
“¿Hasta cuándo vamos a tener que tolerar, soportar y permitir que un grupo de dirigentes se siente sobre la ley y llame a marchas no autorizadas, inste a la toma de liceos y colegios y amenace con un mes de agosto violento?”, dijo el portavoz chileno.
En la actualidad, según datos oficiales, los estudios en las universidades del país suramericano son unos de los más costosos en el mundo. Muchos estudiantes se ven obligados a tomar créditos de hasta 60 mil dólares que luego es pagado por varios años tras culminar sus estudios.
La financiación de la educación primaria y secundaria, de conformidad con la ley de educación de 1990, pasó a cargo de las autoridades locales, lo que debido a la falta de fondos crea una gran brecha entre las escuelas privadas y estatales en lo que respecta a la calidad de la educación.
RIA Novosti
