Mientras los madrileños ven cada día recortados los fondos de gastos públicos para los que ellos contribuyen, la presidenta de esa comunidad autónoma española, Esperanza Aguirre, desvía importantes sumas de dinero de ese presupuesto para financiar la subversión en Cuba, y a un grupo de mafiosos de origen cubano radicados allí.
Aguirre, afamada como el ex presidente del gobierno español José María Aznar por su enfermiza conducta anticubana, no escatima en malversar a costa de los contribuyentes madrileños con el propósito de mantener a la cada vez más debilitada y desprestigiada contrarrevolución interna en la mayor de las Antillas.
La red mafiosa liderada por la “Esperanza” para pretender subvertir el orden en la isla caribeña y destruir su Revolución es todo un pulpo con asentamiento en la capital española, cuyos tentáculos lo conforman conocidas organizaciones anticubanas como la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID-por sus siglas en inglés), la cual a través de Freedon House financia la Fundación Hispano Cubana, Solidaridad Española con Cuba y la Federación Española de Asociaciones Cubanas, entre otras, como la polaca que encabeza Lesh Walessa.
De esa misma red son especialmente amamantados de la integrante del derechista Partido Popular (PP) y presidenta de la Comunidad de Madrid, además de su viejo amigo Carlos Alberto Montaner, otros connotados contrarrevolucionarios de origen cubano como Raúl Rivero, y su esposa Blanca Reyes.
Por cierto, que Reyes se considera una “vedette” y es la que decide en el tema de los conglomerados de cubanos en España, por sus muy estrechas relaciones personales con la Aguirre, y en los fondos que ésta ultima destina a la “causa”.
A todos los une el hecho de llenarse sus bolsillos a costa del viejo negocio de hacer la guerra contra Cuba, y con ese propósito celebraron en Madrid durante este año dos eventos, escandalosos por sus recepciones y comelatas, convocados por la fundaciones de Lesh Walesa, y la FAES (encabezada por Aznar), y que fueron pagados por la USAID, el PP y el gobierno Madrid.
Ambas reuniones tuvieron como objetivo intentar presionar a la Unión Europea (UE) para que no elimine definitivamente la fracasada Posición Común que impone a Cuba desde 1996, y lograr obtener más fondos para sus arcas personales y la subversión en la isla caribeña.
Claro está que ese dinero no se emplea, por ejemplo, para los presos denominados “disidentes” que recientemente Cuba excarceló y que viajaron días atrás a Madrid, previo acuerdo con las autoridades españolas, y donde no han recibido las atenciones que ellos esperaban, según sus propias declaraciones a la prensa en ese estado europeo.
Tales mercenarios liberados han protestado por sus actuales condiciones de vida en España, alegando en algunos casos que han sido hospedados en centros de acogida de inmigrantes de ciudadanos de otros países, en los cuales los “baños son colectivos” y las “comodidades” no existen.
Sus sueños de vivir en una lujosa residencia de la vistosa avenida madrileña de la Castellana no se han cumplido, mientras a la red mafiosa de la “Esperanza” parece no preocuparle mucho por la situación de esos ex presos también llamados “opositores” cubanos.
Mientras tanto, en La Habana las contrarrevolucionarias autotituladas “Damas de Blanco” están hoy más enfrentadas que nunca porque algunas de ellas, como Laura Pollán, persisten en buscar pretextos para mantener ese grupúsculo luego de la excarcelación de sus familiares.
Las “Damas de Blanco” están viendo venir que en cualquier momento pueden dejar de recibir el financiamiento que desde el exterior les suministran para sus actividades subversivas en Cuba, de lo que han hecho un modo de vida.
El mismo guión se repite nuevamente. Mientras los contrarrevolucionarios son utilizados como fichas para agredir a Cuba por las redes mafiosas como la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, tienen respaldo monetario, sin embargo cuando dejan de servir porque, entre otras cosas, deciden abandonar por su propia voluntad la Isla son olvidados por sus patrocinadores en el basurero polvoriento de la historia.