Para otros, el Mossad simplemente se siente impune, sin necesidad de guardar las apariencias y eso, precisamente, es lo que ha querido trasladar.
Charly Wegman |
La Policía de Dubai ha dejado en evidencia a los servicios secretos israelíes. Gracias a la videovigilancia, en menos de un mes ha podido reconstruir la muerte del líder de Hamas Mahmud Abdel Rauf al Mabhuh, cuyo cuerpo fue hallado el pasado 20 de enero en la habitación de su hotel. Con el 80% de la población procedente del extranjero, el Emirato ha desarrollado un sofisticado sistema de seguridad.
La Policía de Dubai ha resultado mucho más competente de lo que probablemente esperaban los autores materiales e intelectuales de la muerte del líder de Hamas Mahmud Rauf al Mabhuh, que apareció sin vida en la habitación de su hotel.
El jueves, el jefe del a Policía, el teniente general Dhahi Jalfan, se declaró seguro «en un 99%, si no un 100%», de la implicación del Mossad israelí. «Si se confirma que está detrás de este crimen, lo que parece ahora posible, Interpol debería emitir una notificación roja para el jefe del Mossad -Meir Dagan- porque sería un asesino», resaltó.
Un alto responsable israelí rechazó estas acusaciones y calificó de ridícula» la amenaza de emitir una orden internacional de arresto.
Lo cierto es que el sofisticado sistema de seguridad el Emirato ha permitido descubrir el uso de al menos seis pasaportes británicos, tres irlandeses, uno francés y otro alemán, y la implicación de una mujer de procedencia irlandesa, que las autoridades identificaron como Gail Folliard. Las cámaras del hotel la filmaron entrando a un baño y luego saliendo con una peluca.
«La atención que las fuerzas del orden han prestado a este caso puede estar motivada por la paranoia colectiva que, en esta oportunidad, ha resultado positiva», manifestó a AFP Riad Khawaji, que dirige el Instituto para Oriente Medio y de Análisis Militares del Golfo.
En Dubai, el 80% de la población es extranjera. Hay 203 nacionalidades y diez millones de turistas por lo que «las cámaras de vigilancia están por todas partes y los medios humanos son impresionantes. Con 203 nacionalidades, imagínese cuántos intérpretes están trabajando para la Policía», añadió.
El propio Jalfan resaltó «la estupidez» de los integrantes del comando que «dejaron rastros por todos los sitios donde estuvieron en la ciudad».
Gracias a las cámaras, la Policía también pudo reconstruir la muerte de ex líder checheno Sulim Iamadaiev, abatido a tiros el 28 de marzo de 2009.
Por su parte, el Ministerio británico de Asuntos Exteriores negó categóricamente que Londres tuviera conocimiento de los planes del Mossad y de la utilización de pasaportes británicos. El tabloide «The Daily Mail» sostuvo, citando a un agente del Mossad, que no desveló su identidad, que Londres estaba al tanto del complot para matar al dirigente islamista. «Cualquier insinuación en ese sentido es completamente falsa. Como ya hemos dicho, las autoridades de Dubai nos informaron del uso de estos pasaportes británicos el pasado día 15, horas antes de la rueda de prensa que ofrecieron», remarcó un portavoz del Foreing Office.
Sobre la mesa quedan muchas interrogantes. Algunos analistas, citados por Al Jazeera, se preguntan cómo es posible que un servicio de inteligencia como el Mossad cometiera errores tan básicos como dejarse grabar o utilizar pasaportes reales, sustraídos o perdidos a sus dueños, en vez de crear un documento correspondiente a una persona ficticia. En opinión de algunos, el Mossad pudo subestimar a los servicios policiales de Dubai o esperaba que éstos no investigaran tan a fondo el asunto.
Para otros, el Mossad simplemente se siente impune, sin necesidad de guardar las apariencias y eso, precisamente, es lo que ha querido trasladar.
Meir Dagan fue aupado en 2002 a la jefatura del servicio secreto exterior. A sus 65 años, acababa de lograr una prolongación de su ya largo mandato.
De pequeña pero recia estatura, Dagan, oriundo de la URSS, debe precisamente su cargo al hecho de su apoyo a Sharon en la campaña que le llevó al poder en 2001.
Es un asiduo a las reuniones de la presidencia del Consejo en Jerusalén. Y es que todos los servicios secretos israelíes dependen directamente de la oficina del jefe de Gobierno, que debe dar su aval a lo que llaman eufemísticamente «misiones especiales». Los expertos aseguran que Dagan se ha convertido estos años en el «hombre fuerte» del aparato de seguridad del Estado israelí y que su opinión es determinante en temas de política internacional.
No le importa ganarse enemigos, como prueba el hecho de que despidió a buena parte de los espías del Mossad tras el intento fallido de envenenamiento de Jaled Mechaal, líder político en el exilio en Damasco, en 1997.
Ex comandante de una brigada blindada, Dagan prefiere la acción a la diplomacia secreta, lo que le distingue de su antecesor, Efraim Halevy. «Cuando hay que conquistar una colina, hay que llegar hasta arriba», señala. Entre sus «éxitos» el atentado con coche-bomba contra el jefe militar de Hizbullah, Imad Mughnyeh, el bombardeo en setiembre de 2007 de un supuesto silo nuclear en Irán y el ataque contra un convoy de camiones cerca de Port Sudan, oficialmente con armas iraníes para Hamas.
En enero pasado, una moto bomba mató a un físico nuclear, Massud Mohamadi, en Teherán.
